11/10/2019

Un día de locos

Hace dos años y un día -como dice la canción- se vivió una jornada de locos. Se jugaba la última fecha de las Eliminatorias sudamericanas y el partido de Perú era el más importante para el país en mucho tiempo, tal y como lo había sido el inmediatamente anterior -el 0-0 en La Bombonera-. Seis de las diez selecciones de Conmebol se jugaban la vida y solo tres de ellas quedarían con el cupo asegurado al Mundial una vez terminada la fecha.

Todo empezó con un gol del ya eliminado Ecuador, pero que a la vez ponía los pelos de punta a toda la Argentina, pues con dicho resultado quedaba fuera del Mundial. Sin embargo, apareció pronto el tan vapuleado Lionel Messi para igualar la contienda y luego colocar en ventaja a la albiceleste a la par que Uruguay se veía sorprendido ante Bolivia, pero que minutos después pudo remontar. Quien escribe tenía el encargo de seguir los partidos en Quito y Asunción -el Paraguay - Venezuela-, pero igual había expectativa por lo que sucedía en el Nacional de Lima.

El primer tiempo terminó y no hubo más movimientos en los marcadores: Uruguay y Argentina estaban en zona de clasificación directa, la misma de la que Chile desplazaba a Colombia solo por diferencia de goles y Perú quedaba eliminado. Se inició el complemento en todos los escenarios y de pronto cayó el gol de James Rodríguez. El que menos -como este escriba- pensaba lo peor hasta que Aldo Corzo metió la cabeza, Frank Fabra el pie -que impactó en la cabeza del lateral-, Paolo Guerrero el pie -para patear el tiro libre- y David Ospina la mano oportuna para que se consumara el empate blanquirrojo. Si bien el 1-1 por sí solo no ayudaba a Perú -que en el proceso había hecho mejores partidos que el que se describe aquí-, lo mejor -y más agradable para nosotros- llegaría después: Brasil ya ganaba por 2-0, Chile buscaba reducir esa diferencia, se fue con arquero y todo al área rival llegó la estocada, tan celebrada por estos lares como en el Allianz Parque. La figura de 1997 se repetía pero al revés: el eliminado era Chile y el que seguía adelante era Perú.



En los últimos minutos de la jornada llegó otro golpe: Yangel Herrera adelantaba a Venezuela -otra eliminada- en el Defensores del Chaco. Con Uruguay habiéndose olvidado de clasificar vía repechaje, la goleada de Brasil -que aunque súper clasificado no dejó de jugar- que despedía a Chile, el empate en Lima que clasificó a Colombia y Argentina clasificado gracias al hat trick de Messi, solo faltaba el pitazo final en Asunción, el mismo que llegó cuando Paraguay también estaba jugado en área rival. Una vez terminado aquel encuentro el quinto lugar para Perú ya era un hecho, aunque en algún tramo de la Eliminatoria llegamos a estar más arriba: solo quedaban los dos partidos con Nueva Zelanda para consumar un sueño por el que tantos años había esperado el país y que finalmente se hizo realidad.