Como de costumbre, un equipo grande de Brasil pierde la categoría en cada temporada (como Cruzeiro en 2019). En esta oportunidad le tocó al Santos, que nunca antes habia bajado.
El Peixe venía jugando con fuego desde inicios de temporada, cuando apenas salvó la categoría en el Campeonato Paulista. Ya en la Serie A del Brasileirão estuvo peleando en la parte baja durante casi todo el torneo, hasta que llegó la última fecha. El Santos tenía que vencer como local a Fortaleza para salvarse, pero perdió 1-2 con un gol sobre la hora y sumado al empate de Vasco de Gama y el triunfo del Bahía (que mantuvieron la categoría) terminó en la “B”. Los hinchas de verdad lloraron, puesto que nunca imaginaron que ello fuera a ocurrir; los otros, salieron de Vila Belmiro, destrozaron y quemaron todo.
Con menos de un año de fallecido, Pelé no pudo ver a su equipo perdiendo la categoría. Con jugadores como Joao Paulo, Lucas Lima, Yeferson Soteldo y Julio Furch, Santos bajó y tendrá que pelear por el retorno en 2024. Será una temporada difícil, sin enfrentar a los otros grandes y tampoco afrontar un torneo internacional, pero podría ser un nuevo comienzo.