Alfredo Salinas y Serrato Pacasmayo cerraron la temporada pasada de la peor manera. A ambos clubes no hubo quien los salvara: terminaron en crisis generalizada y perdieron la categoría en Segunda División. Por reglamento les correspondía iniciar la presente temporada en la Etapa Departamental de la Copa Perú, pero no se presentaron. En el caso de Salinas, el cuadro de Espinar fue sembrado en el subgrupo A3 de la Departamental del Cusco junto con Los Tigres (Calca) y Municipal (Paucartambo), mientras que de Serrato Pacasmayo no se supo más desde su último partido en Segunda (derrota 11-0 ante Unión Huaral). El cuadro fundado como Willy Serrato y que empezó su andar en Pimentel (Chiclayo, Lambayeque) terminó reafincado en Pacasmayo y debía jugar la Departamental de La Libertad.
Al igual que los mencionados hubo un par de equipos que tras descender de Segunda no intervinieron en la siguiente temporada en la Departamental (regla vigente desde la temporada 2015):
Atlético Minero perdió la categoría en Segunda en 2015 tras jugar diez temporadas ininterrumpidas (en 2008 jugó en Primera División) a nivel profesional. Por reglamento le correspondía jugar en 2016 a partir de la Departamental de Lima, pero desistió de participar. Desde entonces el cuadro naranja de la Carretera Central -salvo en 2017, cuando estuvo a punto de volver a jugar en la Departamental- no interviene en torneos oficiales.
Por su parte, Defensor La Bocana descendió de Segunda en 2017 producto de una vorágine de puntos perdidos en mesa. El cuadro sechurano se preparaba para jugar la Departamental de Piura al año siguiente pero fue descalificado por no tener Registros Públicos al día. Para la presente los problemas parecen haber quedado atrás: el 'Maretazo Sechurano' se mantiene en competencia habiendo campeonado a nivel distrital y provincial.